Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI y ex presidente de Y Combinator, ha lanzado una nueva y ambiciosa empresa llamada Merge Labs, que se presenta como un competidor directo de Neuralink, la compañía de neurotecnología cofundada por Elon Musk. Esta nueva iniciativa busca desarrollar interfaces cerebro-computadora (BCI) que prometen fusionar la inteligencia artificial con la cognición humana, un área de gran potencial y relevancia en la actualidad. Con el auge de la inteligencia artificial, Merge Labs se perfila como un competidor significativo en un campo que está viendo un renacer gracias a la microelectrónica y a los avances tecnológicos.
Merge Labs ha sido cofundada por Altman junto a Alex Blania, una figura destacada en el ámbito de las criptomonedas y que anteriormente gestionaba World, conocido por el controversial Worldcoin. La nueva empresa ya se encuentra en una fase de financiación, buscando recaudar 250 millones de dólares, con un importante respaldo financiero del brazo inversor de OpenAI. Hasta ahora, Merge Labs ha alcanzado una valoración de 850 millones de dólares, lo que refleja el interés y el potencial que su propuesta suscita en el sector.
Por otro lado, Neuralink mantiene una ventaja significativa en el sector gracias a su trayectoria y financiamiento. Fundada por Musk en 2016, la empresa recaudó 650 millones de dólares en junio, alcanzando una valoración de 9,700 millones de dólares. Neuralink ha demostrado su capacidad para traducir señales neuronales en acciones concretas, permitiendo a los usuarios controlar dispositivos como computadoras y prótesis con solo pensar. Este nivel de innovación ha atraído la atención de grandes inversores, incluyendo Sequoia Capital y Thrive Capital.
La competencia entre Neuralink y Merge Labs se intensifica a medida que surge un ecosistema de startups que exploran las interfaces cerebrales, como Precision Neuroscience y Synchron. Estas empresas están aprovechando los avances en inteligencia artificial y microelectrónica para mejorar la eficiencia y la aplicabilidad de los implantes cerebrales. Merge Labs busca diferenciarse al combinar hardware implantable con software potenciado por aprendizaje automático, lo que podría transformar la manera en que se comunican y controlan dispositivos a través del pensamiento, así como ofrecer nuevas soluciones a enfermedades neurológicas.
El interés en las interfaces cerebrales va más allá de la simplemente ambición tecnológica. Mientras Musk argumenta que la integración con la IA es esencial para mitigar riesgos de una tecnología superinteligente, Altman percibe esta convergencia como una oportunidad para potenciar las capacidades cognitivas humanas y expandir las fronteras de lo que significa ser humano. Esta diferencia de enfoque entre los dos titanes de la tecnología no solo marca un nuevo capítulo en su relación competitiva, sino que también plantea preguntas profundas sobre el futuro de la interacción entre humanos y máquinas.



















