El viceprimer ministro ruso Denis Manturov anunció hoy un avance significativo en el desarrollo de la aviación nacional, ya que el prototipo del avión Superjet voló por primera vez utilizando motores rusos PD-8. Esta prueba, que tuvo lugar el 17 de marzo de 2025, marca un momento crucial en el camino hacia la certificación de una versión completamente independiente del Superjet, tecnológicamente diseñada y fabricada en Rusia. Manturov destacó ante los medios que completar este vuelo representa el resultado del arduo trabajo y la dedicación de los ingenieros y técnicos del sector aeronáutico.
El vuelo de prueba, llevado a cabo en Komsomolsk-na-Amur, tuvo una duración de aproximadamente 40 minutos, durante los cuales el Superjet alcanzó una velocidad de 500 kilómetros por hora y ascendió a una altitud de 3,000 metros. La tripulación, compuesta por los experimentados pilotos de pruebas Dmitry Demenev, Igor Grevtsev y el operador de vuelo Maxim Grukanov, monitoreó el rendimiento del avión, que se comportó de manera estable, mostrando la efectividad de los motores rusos PD-8 en su primera incursión en vuelo.
Rostec, la corporación estatal encargada de la fabricación del Superjet, compartió detalles sobre este evento, subrayando la satisfacción por los resultados obtenidos. La evaluación de la estabilidad gasodinámica de los nuevos motores fue considerada satisfactoria, lo que representa un paso positivo en la búsqueda de la autosuficiencia en la industria aeronáutica de Rusia. Sergey Chemezov, el director ejecutivo de Rostec, comentó sobre la importancia de esta prueba, señalando que es un indicativo de las capacidades tecnológicas del país en el ámbito de la aviación.
Sin embargo, Chemezov también hizo hincapié en que aún queda mucho trabajo por delante antes de que el Superjet con motores PD-8 pueda ser considerado para la certificación completa. Anunció que otro avión, igualmente fabricado en Rusia y equipado con los mismos motores, se unirá a las pruebas de vuelo en abril, lo que será clave para seguir avanzando en el proceso de certificación y despliegue de esta nueva tecnología en el mercado.
Este desarrollo es parte de un esfuerzo más amplio de Rusia por fortalecer su industria aeronáutica y reducir la dependencia de proveedores extranjeros. Con la inversión y el compromiso de los sectores públicos y privados, el país espera que el Superjet con motores PD-8 no solo sea un símbolo de autosuficiencia, sino también un competidor viable en un mercado global cada vez más exigente.