Joël Dicker, el aclamado autor suizo conocido por su bestseller «La verdad sobre el caso Harry Quebert», ha revelado un giro sorprendente en su carrera literaria con su nueva novela, «La muy catastrófica visita al zoo». Durante su reciente visita a España para presentar la obra, Dicker explicó que esta novela es diferente porque se centra en la vida y las reflexiones de un grupo de niños «especiales». A través de sus ojos, Dicker busca no solo contar una historia entretenida sino también plantear cuestiones relevantes sobre la sociedad actual y sus desafíos, destacando la importancia de la lectura y el entendimiento en un mundo cada vez más complejo.
A medida que Dicker reflexiona sobre su transformación como autor, menciona que no desea ser encasillado en un solo género. «No soy como McDonald’s, que repite el mismo menú sin cambios», dice. Su enfoque fresco se basa en la autenticidad de lo que le inspira en el momento. Así, «La muy catastrófica visita al zoo» nace de su deseo de explorar narrativas distintas que abordan temas de responsabilidad y democracia desde la perspectiva sencilla y honesta de los niños. Esta decisión es un guiño a la crítica de la falta de responsabilidad que enfrenta la sociedad contemporánea, especialmente entre los más jóvenes, quienes cada vez leen menos, desatendiendo el potencial educativo y transformador de la lectura.
Durante su intervención, Dicker abordó la «catástrofe» que representa la disminución de la lectura entre los niños y adolescentes, un fenómeno que, según él, está profundamente relacionado con la influencia de las redes sociales. Estas plataformas, aunque ofrecen información, a menudo lo hacen de manera superficial. El autor sostiene que la lectura es esencial para desarrollar una visión crítica del mundo, argumentando que la falta de este hábito lleva a una sociedad con menos empatía y comprensión. En un tiempo donde las interacciones digitales reemplazan las experiencias de lectura, Dicker advierte sobre el peligro de que las próximas generaciones se alejen de los libros.
El zoo, escenario de su novela, se convierte en una metáfora de la sociedad contemporánea, donde lo que se observa a primera vista puede ser engañoso. Dicker utiliza este entorno seguro, alejado de los peligros del mundo exterior, para narrar las aventuras de los niños y abrir un espacio para reflexiones profundas sobre la libertad, la responsabilidad y la empatía. El contraste entre la inocencia de los niños y la complejidad de los problemas de los adultos permite a Dicker abordar estos temas con un sentido de humor e ingenuidad, haciendo más accesible la reflexión moral que busca instigar en sus lectores.
Cerrando su intervención, Dicker dejó claro que la literatura continúa siendo un vehículo poderoso para el cambio social. A través de su obra, espera inspirar tanto a niños como a adultos a redescubrir el valor de la lectura. Dicker se niega a aceptar que la literatura queda relegada a un segundo plano frente al contenido fugaz de las redes sociales. Para él, la lectura es una forma de alcanzar no solo conocimiento sino también una mayor conexión entre las personas. Su visión es clara: un lector es un ciudadano más empático y responsable, capaz de contribuir a una sociedad más justa y democrática.