Eva Orúe, directora de la Feria del Libro de Madrid, comparte su lugar favorito para leer: el autobús. Este medio de transporte se ha convertido en su sala de lectura habitual durante sus trayectos al trabajo, aprovechando 35 minutos de camino para sumergirse en los libros. Esta preferencia resalta la importancia que la lectura tiene en su vida diaria, así como la necesidad de integrar pequeñas pausas literarias en una rutina ajetreada. La Feria del Libro se acerca, y con ella la promesa de un evento lleno de pasión literaria y compromiso con la sostenibilidad.
Desde su llegada a la dirección de la Feria, Eva ha trabajado incansablemente para mejorar cada edición. Este año, la feria promete ser más sostenible que nunca, con la introducción de empleos más ecológicos y un pabellón nuevo dedicado a la literatura hispanoamericana. En su cuarta edición, Eva muestra una notable evolución en la gestión de este importante evento cultural, buscando siempre innovar y atraer el talento literario de ambos lados del Atlántico. A medida que Madrid se prepara para recibir a miles de visitantes, el bullicio del Retiro se convierte en el escenario perfecto para celebrar la diversidad literaria.
Orúe recuerda su primera edición como directora, marcada por las dificultades que impuso la pandemia. Organizar una feria abierta fue un reto, pero también una oportunidad para reinventar el evento y adaptarlo a nuevas realidades. La Feria de 2022 fue un momento de transición, donde se priorizó la sostenibilidad, limitando el uso de megafonía y mapas impresos. Con este esfuerzo, Eva y su equipo no solo abren las puertas a una nueva era de lecturas, sino que también buscan que el evento continúe siendo un referente en el panorama literario español.
Con la inauguración programada para el 30 de mayo de 2023, Eva tiene sueños ambiciosos para subir las cifras de ventas y visitantes, gestando un ambiente de victoria. Un momento clave será la presentación del tema central de este año: Nueva York, centrándose en la rica cultura literaria en español que la ciudad alberga. Con esto, la Feria no solo se limita a ser un evento local, sino que se transforma en un puente cultural que conecta a autores y lectores de diversas nacionalidades. Eva enfatiza que la esencia del evento sigue siendo la misma: un lugar donde la comunidad literaria se encuentra para compartir y celebrar la pasión por los libros.
Finalmente, Eva reflexiona sobre la importancia de la lectura y cómo esta puede ofrecer diferentes perspectivas y enseñanzas sobre la vida. Al leer obras significativas como «Conversación en La Catedral» de Vargas Llosa, no solo adquiere conocimiento, sino también vive diferentes realidades. Para ella, la literatura es fundamental en tiempos inciertos, sirviendo como refugio y fuente de inspiración. En un contexto donde la Feria del Libro se erige como el gran acontecimiento editorial del año, la visión de Eva Orúe es clara: en cada página se encuentran historias que nos conectan y nos permiten explorar el mundo desde nuevas dimensiones.



















