Beneficios insospechados se han descubierto últimamente en el bambú. El vegetal más famoso de china gracias a los tiernos osos panda, ha experimentado un salto notable en términos de Marketing y se está exportando con gran éxito a varios países de Europa, como un elemento de construcción que además de firmeza, durabilidad, flexibilidad y economía aporta elegancia y distinción a cualquier espacio.
Yanira Bolívar, experta en revestimientos y productos arquitectónicos de Hunter Douglas explica que el impacto que ha tenido el bambú como elemento de construcción y decoración, se debe a sus múltiples ventajas y gran ductilidad.
“Además de ser estéticamente agradable, el bambú es resistente, ligero, tiene un bajo valor monetario, es un buen aislante térmico, acústico y su resistencia a los movimientos sísmicos es buena”, comentó.
Además, la ejecutiva señaló que por su capacidad para conducir el calor y facilidad de transporte, las cañas de bambú pueden ser utilizadas en gran variedad de construcciones, ya que sólo requieren de mano de obra tradicional para construcciones con este material y herramientas básicas para cortar y partir la planta.
Respecto a las características morfológicas del bambú, comentó que al igual que el césped, es una planta perteneciente a la familia de las gramíneas y sus orígenes se remontan a la era de los dinosaurios hace miles de millones de años.
Datos del bambú
Un dato interesante de esta madera es que los tallos de bambú pueden alcanzar una altura aproximada de hasta 60 metros, con un diámetro de hasta 30 centímetros. Existen en el mundo más de 1200 especies de este vegetal, las cuales se diferencian por su conformación física y biológica.
La mayoría de las plantaciones de bambú se encuentran en países que posean climas tropicales y sub-tropicales. Un 65 % de ellas se encuentran en naciones del Asia sur oriental, un 32 % crece en América Latina y las restantes en África y Oceanía.
Por su alta velocidad de crecimiento (casi 11 centímetros diarios) y por no necesitar semillas para reproducirse, ya que se automultiplica, este vegetal es un recurso natural sostenible y renovable.
Todos estos factores son altamente positivos para la industria asiática y la demanda mundial, ya que uno de los grandes problemas de la industria maderera y la reforestación es el largo plazo que se debe esperar para alcanzar resultados satisfactorios.
En China se concentra el 50 % de la reserva mundial de Bambú, donde anualmente se producen con él cerca de 40 mil millones de pares de palos chinos que se utilizan para comer. Sin embargo, los propios empresarios chinos consideran que el vegetal es “el gran olvidado del país” a pesar de que ya se le está conociendo como el “Oro verde”.
La nueva tendencia por incorporar bambú en los proyectos arquitectónicos del mundo ya se hizo patente con la construcción de OXyGen, un enorme complejo realizado por el estudio francés Malka Architecture, cuyo revestimiento exterior está hecho con tiras de bambú recicladas. El edificio está ubicado en el corazón del distrito comercial de París, en el tradicional sector de La Défense.
Según sus diseñadores, además de proporcionar sombra, el acabado en la caña asiática promueve en la comunidad el interés por la ecología arquitectónica, y también crea un efecto visualmente interesante ya que el interior del edificio puede apreciarse o no dependiendo de la ubicación del observador.