Un accidente de tránsito puede suceder de manera inesperada en cualquier momento y lugar, generando situaciones de alta tensión y emergencia. La forma en que los involucrados respondan durante esos segundos cruciales puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Para ayudar a conductores, pasajeros y testigos a manejar mejor estas circunstancias, Cesvi Colombia ha preparado una guía esencial que proporciona pasos claros y precisos sobre cómo actuar tras un accidente. Estos protocolos buscan no solo mitigar las consecuencias del choque, sino también facilitar la llegada y el trabajo posterior de los servicios de emergencia.
Según datos impactantes, se reportaron 25,019 personas lesionadas en accidentes viales durante el año 2024 en Colombia, lo que significa un alarmante incremento del 12.12% comparado con el promedio de los últimos cinco años. Estos números subrayan la importancia de tener un protocolo claro que todos puedan seguir frente a un siniestro. Mantener la calma es fundamental. Para el conductor que podría ser responsable del accidente, es esencial quedarse en la escena; abandonar el lugar no solo es irresponsable, sino también un acto punible. Al mismo tiempo, brindar asistencia si es seguro hacerlo y contactar a los servicios de emergencia es una obligación.
En el caso de ser víctima de un accidente, estar sereno es igualmente vital. La recomendación es permanecer in situ, sobre todo si se presentan lesiones, pues moverse puede agravar cualquier daño. Para motociclistas, conservar el casco es crítico hasta que los profesionales puedan encargarse de la situación, ya que este elemento protegerá el cuello y la cabeza. Notify family or acquaintances as soon as possible. Esta etapa del protocolo enfatiza que la intervención inicial por parte de quienes se encuentran en el lugar puede ser determinante para preservar vidas, involucrando el mantenimiento del escenario del accidente y evitar que se alteren las pruebas materiales.
Una de las tareas principales de los primeros respondientes es alertar adecuadamente a los servicios de emergencia, proporcionando información clara sobre el lugar, número de personas afectadas y la gravedad del accidente. La recopilación de datos, como fotografías de los vehículos y la escena, puede ser útil, pero siempre debe hacerse cuidando la seguridad personal y la de otros. Así se mejora la respuesta de los servicios de emergencia y se asegura que no se comprometa la investigación posterior. Además, aportar información de manera precisa ayuda a que las autoridades presentes puedan actuar de forma expedita y efectiva.
Por último, se recalca que la prevención sigue siendo la mejor medicina. Las medidas proactivas más efectivas incluyen mantener una velocidad prudente, usar siempre el cinturón de seguridad y asegurarse de que todos los ocupantes del vehículo lo utilicen. Evitar consumir alcohol, drogas o medicamentos que afecten la capacidad de conducción es fundamental, así como es crucial limitar las distracciones al volante. Con estos hábitos de conducción, se puede reducir significativamente el riesgo de verse involucrado en un accidente de tránsito, promoviendo así una cultura de seguridad vial en el país.