En un alarmante episodio de violencia y criminalidad, un grupo de ciclistas que recorría el Alto del Verjón, cerca de Bogotá, fue asaltado el pasado domingo por la mañana. La situación, que tuvo lugar alrededor de las 11:30 a.m., involucró a un ciclista alemán y tres colombianos, quienes disfrutaban de una ruta conocida por su belleza paisajística y la popularidad entre los amantes del ciclismo. Sin embargo, su paseo se vio interrumpido de manera brutal por un grupo de delincuentes armados que sembraron el terror en la zona, poniendo en evidencia la vulnerabilidad de los deportistas en áreas que deberían ser seguras.
Los asaltantes, identificados por las víctimas como miembros del Tren de Aragua, una organización criminal conocida por sus actividades delictivas en diversas regiones de Colombia, atacaron sin piedad. Según testimonios de los ciclistas, al menos cuatro hombres los amenazaron con armas de fuego y cuchillos, golpeándolos y atándolos con violencia. Uno de los afectados relató que se sintió desesperado al ser dejado ‘tirado en el monte’, incapaz de ver lo que sucedía a su alrededor, mientras recibía constantes insultos y amenazas de muerte. Este tipo de agresiones no solo ponen en peligro la vida de las víctimas, sino que también afectan la percepción de seguridad en la región.
El asalto resultó devastador para las víctimas, quienes reportaron la pérdida de varias bicicletas de alta gama, valoradas en más de $100 millones de pesos. Entre los objetos robados se encuentran una bicicleta Open de color morado, una Moots Womble plateada con detalles morados, una Cannondale super sixevo Cx en gris y morado, y una Rose backroad azul claro con negro. Además de las bicicletas, los delincuentes se llevaron implementos esenciales para el ciclismo y dispositivos móviles, como un iPhone 13 y un Xiaomi 12T, lo que aumenta la magnitud de la preocupación por la seguridad en la actividad deportiva.
Este incidente es un claro reflejo de la creciente preocupación por la seguridad en las rutas deportivas frecuentadas por ciclistas, especialmente en zonas rurales con antecedentes de criminalidad. La comunidad ciclista ha expresado su angustia y frustración al ver cómo un pasatiempo que debería ser disfrutado sin temor se convierte en un blanco para delincuentes. Las autoridades locales se enfrentan al reto de garantizar la seguridad en estas rutas, un esfuerzo que podría ser crucial para preservar la integridad de los deportistas y fomentar un entorno de confianza en la práctica del ciclismo.
Finalmente, el caso ha generado un llamado a la acción por parte de las autoridades para reforzar la seguridad en las áreas rurales, especialmente aquellas conocidas por atraer a ciclistas y deportistas. Se espera que la policía intensifique los patrullajes y establezca medidas de protección efectiva en zonas vulnerables como el Alto del Verjón, para prevenir futuros episodios de violencia. La comunidad espera que este tipo de iniciativas se implementen de manera urgente, garantizando así que quienes deseen disfrutar de la naturaleza y el deporte puedan hacerlo sin el miedo a ser víctimas de la delincuencia.