La afirmación de que el presidente Gustavo Petro propuso un paro nacional en el reciente Consejo de Ministros ha sido desmentida. Según lo señalado por varias fuentes, incluido EL COLOMBIANO, el jefe de Estado no convocó a la huelga, sino que se limitó a mencionar que las centrales obreras fueron las que hicieron dicha propuesta. En un contexto donde la desinformación abunda, es crucial verificar las declaraciones antes de difundirlas, especialmente cuando provienen de un video viralizado. Este tipo de ediciones pueden provocar malentendidos y exacerbar las tensiones políticas.
El video en cuestión, compartido por un usuario de redes sociales identificado como Jairo Ladino, presenta solo un extracto de lo que realmente se discutió en el Consejo de Ministros, comenzando con la palabra «propuesto». Al analizar la grabación completa, se evidencia que Petro estaba respondiendo a las iniciativas de las centrales obreras que, ante ciertos hechos, habían planteado la posibilidad de realizar un paro nacional. Su intervención deja claro que su papel como mandatario es el de garantizar el derecho a la huelga sin necesariamente convocarla.
En medio de un ambiente de polarización y creciente debate en línea, el hecho de que el presidente no haya instado a un paro nacional directo destaca la importancia de escuchar en su totalidad los discursos de los líderes políticos. A pesar de que la desinformación puede tener efectos inmediatos en los discursos públicos, la realidad es que el Gobierno no impulsó la movilización, aunque sí respetó el derecho constitucional de los ciudadanos a manifestarse, lo que se traduce en un nivel de apoyo implícito.
El paro nacional, que fue convocado por las centrales obreras y otros movimientos sociales como Fecode y CUT, no logró captar la atención esperada, mostrando una baja asistencia a las movilizaciones. La convocatoria, que planeaba marchar desde el Parque Nacional hacia la Plaza de Bolívar en Bogotá, se encontró con una escasa participación, lo que reflejó el desinterés de las masas en esta ocasión. Ni siquiera las organizaciones que tradicionalmente apoyan estas iniciativas lograron reunir un número significativo de manifestantes.
Según los reportes del PMU (Puesto de Mando Unificado), a las 3:00 p.m. se contabilizaron solo 91 actividades de manifestación en 74 localidades del país, incluyendo 15 marchas y varios bloqueos en puntos estratégicos. Este descenso en la participación puede ser interpretado como una señal de descontento o una falta de convocatoria efectiva por parte de los organizadores, además de indicar que el mensaje político, en este caso, no resonó con una parte importante de la ciudadanía.



















