La reciente matanza de 13 mineros en la provincia de Pataz ha dejado una profunda conmoción en Perú, resaltando el alarmante crecimiento de la criminalidad vinculada a la minería ilegal.Los cuerpos de las víctimas, encontrados en una galería subterránea, presentan evidencias de haber sido ejecutados, lo que refleja la brutalidad de los grupos criminales que operan en la región.