En un reciente desarrollo en el conflicto entre Israel y Hamás, el Ejército israelí ha afirmado que uno de los cuatro cuerpos entregados por el grupo armado palestino no corresponde al de Shiri Bibas, la madre de la familia con raíces argentinas y peruanas que fue secuestrada durante el ataque del 7 de octubre. Shiri, de 32 años, fue capturada junto a sus dos hijos, Ariel y Kfir, en un ataque que dejó un saldo devastador de alrededor de 1.200 muertos en Israel y 251 personas llevadas como rehenes a Gaza. La noticia sobre la muerte de esta familia ha causado una profunda conmoción y tristeza en el país, intensificando aún más las tensiones en la región.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) comunicaron a la familia Bibas que los cuerpos de los niños fueron identificados tras su entrega por parte de Hamás. Sin embargo, el tercer cuerpo, que se había presentado como el de Shiri, no fue reconocido por las autoridades israelíes. En un comunicado emitido a través de la red social X, las FDI declararon: «Durante el proceso de identificación, se determinó que el cuerpo recibido no es el de Shiri Bibas, y no se encontró ninguna coincidencia con ningún otro rehén. Se trata de un cuerpo anónimo y no identificado». Este anuncio ha generado indignación y desesperación en la familia y en la sociedad israelí.
El padre de los niños, Yarden Bibas, fue liberado por Hamás el 1 de febrero, lo que había ofrecido una pequeña esperanza a la familia. El cuarto cuerpo devuelto por Hamás ha sido identificado como el del activista por la paz Oded Lifshitz. Este intercambio de cuerpos forma parte del acuerdo de alto el fuego que comenzó el 19 de enero, donde se pactó la entrega de ocho cuerpos en total. Además, se acordó un intercambio más amplio que implicaría la liberación de 33 rehenes israelíes a cambio de aproximadamente 1.900 prisioneros palestinos, pero hasta ahora las negociaciones han sido complicadas.
Hasta el momento, se han logrado intercambiar 28 rehenes israelíes por más de mil prisioneros palestinos. Sin embargo, el número de rehenes capturados el 7 de octubre sigue siendo alarmante, con 66 individuos todavía en manos de Hamás y otros tres capturados en incidentes anteriores que permanecen retenidos. Según estimaciones, alrededor de la mitad de los rehenes que aún se encuentran en Gaza podrían estar vivos, lo que mantiene la presión sobre las autoridades israelíes para continuar con los esfuerzos de rescate y negociación.
En respuesta al ataque inicial y a la captura de rehenes, Israel lanzó una contundente campaña militar contra Hamás, con un saldo devastador de al menos 48.297 palestinos muertos, la mayoría de ellos civiles, según el Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás. Esta situación ha generado un ciclo de violencia y sufrimiento que parece no tener fin, con ambos lados sufriendo pérdidas significativas. La comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de los acontecimientos, mientras las conversaciones para una resolución más duradera del conflicto se mantienen en un punto muerto.