El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha denunciado las sanciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos a él y a varios miembros de su familia, así como a su ministro del Interior, Armando Benedetti. En un mensaje publicado en la red social X, Petro confirmó su inclusión en la lista de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, señalando que esta medida se produce tras años de esfuerzo en la lucha contra el narcotráfico. El mandatario colombiano expresó que esta acción es una paradoja, ya que su administración ha trabajado intensamente para reducir el consumo de cocaína, y reafirmó su compromiso de no rendirse ante la presión.
La decisión de Washington de sancionar a Gustavo Petro se basa en el aumento significativo de la producción de cocaína en Colombia, que ha alcanzado cifras récord en el último año. Según el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, la producción de cocaína ha explotado desde que Petro asumió la presidencia, lo que ha generado preocupaciones en el gobierno estadounidense. Sin embargo, el presidente colombiano ha contrarrestado estas afirmaciones destacando que bajo su mandato se han registrado incautaciones históricas de cocaína, lo que demuestra que su administración también está haciendo esfuerzos significativos en la lucha contra el narcotráfico.
El abogado Daniel Kovalik ha sido designado como defensor de Petro en este contencioso, un profesional conocido por su activismo en derechos humanos y su oposición a diversas empresas y políticas de EE.UU. Kovalik ha liderado acciones legales contra compañías como The Coca Cola Company, en contextos donde se ha alegado violaciones a los derechos laborales. Su nombramiento como defensor de Petro podría añadir una nueva dimensión al enfoque legal que adoptará el presidente en respuesta a las sanciones impuestas por el gobierno de Trump.
Estas sanciones contra el presidente colombiano se producen en un momento tenso en las relaciones entre Colombia y Estados Unidos, especialmente tras las acusaciones de Petro sobre la violación de la soberanía colombiana por parte de funcionarios estadounidenses. Las afirmaciones del presidente colombiano sobre un ataque que resultó en la muerte de un ciudadano colombiano agravan la crisis en la relación bilateral, poniendo en duda la cooperación entre ambos países en el combate al narcotráfico y en otros temas de interés mutuo.
En medio de esta complicada situación, la respuesta de Petro y su administración sugiere que la relación entre Colombia y Estados Unidos podría entrar en un período de endurecimiento y confrontación. Con el aumento de la producción de cocaína y las críticas recíprocas entre los gobiernos, ambos países deberán encontrar una forma de recomponer la confianza y la cooperación que históricamente han existido, mientras el presidente colombiano se muestra firme en su postura y en su defensa frente a las sanciones.



















