Ricardo Henao Calderón, el conocido comentarista deportivo, vivió una situación angustiante este sábado 10 de mayo, cuando decidió salir a montar bicicleta, como es su costumbre los fines de semana. Mientras pedaleaba de regreso a casa, el periodista fue abordado por un desconocido con una conversación amistosa que rápidamente se tornó amenazante. Este encuentro no sólo resalta la pasión de Henao por el ciclismo, sino también la preocupante realidad de la seguridad en las calles de Bogotá, donde un simple saludo puede convertirse en un riesgo para la vida.
Durante lo que parecía ser un encuentro casual, el hombre que se acercó a Henao le pidió que esperara un momento para ir por una tarjeta con su información de contacto. Sin embargo, en un giro inesperado, el desconocido y un segundo hombre revelaron sus verdaderas intenciones: robarle la bicicleta. Con la amenaza latente sobre su seguridad, Henao se vio obligado a entregar su bicicleta a los delincuentes, quienes se marcharon sin más. En su relato, el comentarista enfatizó su alivio por no haber sufrido daños físicos, pero también expresó su tristeza por tener que experimentar un acto tan desalentador en un momento que debería ser de disfrute personal.
La experiencia de Henao ocurre en un contexto alarmante para los ciclistas en Bogotá, donde se reporta el robo de una bicicleta cada minuto y medio. Las cifras de la Secretaría de Seguridad indican que, en promedio, son hurtadas 15 bicicletas al día, lo que refleja la magnitud de este problema que afecta a los amantes del ciclismo en la capital colombiana. Este tipo de delincuencia ha captado la atención del Concejo de Bogotá, donde han surgido llamados para mejorar las estrategias de seguridad ante la evolución de las tácticas utilizadas por los delincuentes.
Las cifras revelan que el hurto de bicicletas es una de las modalidades delictivas más comunes en la ciudad, siendo el factor de oportunidad el que presenta mayores porcentajes. Con un 50% de incidencia, seguido por el atraco con un 43.5%, y las modalidades menos frecuentes pero en aumento durante los últimos años, muestran que la situación requiere atención urgente. La concejala Quena Ribadeneira ha enfatizado la necesidad de incrementar la presencia policial en las zonas con mayor flujo de ciclistas, así como de realizar operativos enfocados en desmantelar los puntos de venta de bicicletas robadas.
La triste realidad es que en Bogotá, de cada 100 bicicletas hurtadas, solo se logran recuperar ocho. Esto no solo muestra la eficiencia de las bandas delictivas, sino que también expone la vulnerabilidad de los ciclistas, quienes buscan disfrutar de su actividad favorita pero a menudo se enfrentan a situaciones de riesgo. La experiencia de Ricardo Henao sirve como un llamado de alerta para todos los integrantes de la comunidad ciclista y, en general, para los ciudadanos de Bogotá. «No se puede confiar en un saludo en la calle», advirtió el comentarista, recordando que la amabilidad puede ser malinterpretada en un entorno donde la inseguridad reina.