En un contexto geopolítico cada vez más complejo, la alta representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Kaja Kallas, ha subrayado la importancia de las relaciones entre la UE y América Latina, afirmando que «no creemos en un mundo basado en esferas de influencia». Esta declaración se produjo durante el V seminario de alto nivel celebrado en el Parlamento Europeo, donde Kallas enfatizó que tanto Europa como América Latina comparten la visión de perseguir sus propios intereses sin depender de potencias externas. La próxima cumbre entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), programada para noviembre en Colombia, será un momento crucial para reafirmar esta alianza estratégica.
La Unión Europea ha estado reevaluando su enfoque hacia América Latina a la luz de los recientes cambios en la política exterior de los Estados Unidos. La administración de Joe Biden ha puesto de relieve la necesidad de fortalecer los lazos con otras regiones del mundo, lo que ha llevado a la UE a avanzar en preacuerdos comerciales con países como Mercosur y México. Este movimiento no solo busca diversificar las relaciones comerciales, sino también asegurar que los valores democráticos y los derechos humanos sean parte integral de estas interacciones, a pesar de las diferencias ideológicas que puedan existir.
Durante el seminario, Kallas expresó su compromiso con la autonomía estratégica de Europa, al mismo tiempo que reconoció la soberanía que los países latinoamericanos valoran en sus relaciones internacionales. La funcionaria europea destacó que, a pesar de las discrepancias en ideologías, la convergencia de intereses es clave para forjar acuerdos beneficiosos. Este enfoque pragmático refleja una evolución en la política exterior de la UE, que busca ser un actor relevante en un mundo donde las influencias geopolíticas están en constante cambio.
Margarita Eliana Manjárez, representante de Colombia, anunció la próxima cumbre entre la UE y la CELAC, que se celebrará en Colombia los días 9 y 10 de noviembre, marcando un hito importante tras la cumbre de Bruselas de hace dos años. Este evento no solo servirá como plataforma para discutir temas comerciales y políticos, sino que también será una oportunidad para que ambos lados refuercen sus compromisos con la democracia, los derechos humanos y la lucha contra el cambio climático, pilares fundamentales en la agenda internacional actual.
Por su parte, el exministro de Justicia colombiano, Fernando Carrillo, instó a la UE a considerar el vacío dejado por la falta de fondos durante la administración Trump en Latinoamérica. En sus intervenciones, enfatizó que las amenazas a la democracia hoy en día provienen de una guerra ideológica, lo que resalta la urgencia de que Europa se involucre activamente en la región. Este seminario ha sido un paso significativo hacia el fortalecimiento de las relaciones entre la UE y América Latina, preparando el terreno para una colaboración más estrecha y efectiva en el futuro cercano.