En un paso significativo hacia la transformación del paisaje agrícola en Colombia, el presidente Gustavo Petro anunció el lanzamiento oficial del Programa de Sustitución de Cultivos de Coca en el Cañón del Micay. Este programa, que busca brindar incentivos económicos a los campesinos que decidan erradicar voluntariamente sus cultivos de coca, es un esfuerzo crucial para reducir la violencia y la pobreza en esta región, que ha sido históricamente un bastión de cultivos ilícitos y actividad criminal. La intervención comienza en el municipio de Argelia, donde se estima que hay una alta concentración de cultivos de coca.
El presidente Petro, a través de su cuenta en la red social X, expresó su confianza en que la cooperación de los campesinos será clave para el éxito del programa, y que esto contribuirá a disminuir la violencia en la zona, donde todavía operan remanentes de grupos armados. En su mensaje, el mandatario también destacó que el programa no solo se enfoca en erradicar la coca, sino que complementará la creación de nuevas oportunidades económicas, como la producción de café, cacao y caña de azúcar. Este enfoque integral es vital para asegurar una transición sostenible hacia prácticas agrícolas legales.
La implementación del programa es una réplica de la estrategia previamente diseñada para la región del Catatumbo, que ha mostrado un enfoque exitoso en la transformación económica de territorios dependientes de cultivos ilícitos. A través de este programa, se busca construir un entorno en el que las comunidades puedan encontrar alternativas viables a la coca, mejorando no solo su calidad de vida, sino también la estabilidad social en una región que ha enfrentado décadas de conflicto armado.
Durante la reunión del Consejo de Ministros en la que se anunció la creación del programa, el presidente también detalló los planes de intervención que abarcarán un área total de 3,700 hectáreas en El Plateado, Argelia. Estas medidas están diseñadas no solo para garantizar la disminución de cultivos de coca, sino también para restaurar la confianza de las comunidades en el Estado y construir un futuro más prometedor a través de cultivos legales y sostenibles.
En resumen, el Programa de Sustitución de Cultivos de Coca representa un enfoque renovado y esperanzador para abordar el problema de las drogas en Colombia. Con el apoyo de incentivos económicos y asistencia en procesos agroindustriales, el gobierno colombiano espera crear un modelo de desarrollo que priorice la legalidad y la seguridad en el Cañón del Micay, beneficiando así a las comunidades locales y promoviendo una paz duradera en la región.