El exministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Álvaro Leyva, ha reavivado la controversia sobre la salud mental y física del presidente Gustavo Petro, al afirmar que el mandatario presenta problemas de drogadicción que están interfiriendo con sus funciones como jefe de Estado. En una carta recientemente divulgada, Leyva sostiene que este problema no es solo personal, sino que afecta el funcionamiento del país entero, generando preocupaciones en el ámbito diplomático que podrían repercutir en la imagen de Colombia a nivel internacional.
Leyva no es nuevo en este tipo de acusaciones; ya en su primera carta al presidente, reveló su preocupación tras una visita a París, donde supuestamente presenció comportamientos que lo llevaron a concluir que Petro tiene problemas de adicción. Aseguró que siente pesar por no haber ofrecido apoyo al mandatario en su momento, y parece que sus comentarios han sido recibidos con una defensa firmada por Petro, quien busca desmitificar estas afirmaciones y escudarse detrás de una agenda pública.
El presidente Gustavo Petro ha respondido en varias ocasiones a las acusaciones de Leyva, inicialmente argumentando que estuvo ocupado visitando museos y pasando tiempo con su familia. En una entrevista reciente, Petro adoptó un tono arrogante cuando, ante la provocación de un presentador que le ofreció imitaciones de drogas, se rió y aseguró que está «emancipado» de tales tentaciones. Sin embargo, esta negación solo ha alimentado más el debate sobre su estado personal y profesional.
El excanciller ha aportado además nuevos incidentes en su carta, donde menciona fallos en visitas diplomáticas y en llamadas importantes atribuibles al presunto problema de adicción del presidente. Leyva argumenta que estas situaciones comprometen no solo la imagen del gobierno colombiano, sino la eficacia de sus relaciones internacionales. Como figura política de peso, la insistencia de Leyva sobre este tema coloca en entredicho la capacidad de liderazgo de Petro, exacerbando ya tensas circunstancias políticas dentro del país.
Este intercambio de cartas y acusaciones resalta un contexto más amplio sobre la vulnerabilidad de un liderazgo que enfrenta crisis en varios frentes. La salud y el bienestar del presidente son temas que preocupan a la ciudadanía, al tiempo que el pueblo colombiano demanda claridad y transparencia de sus líderes. La saga entre Leyva y Petro continúa desarrollándose, dejando un sabor a incertidumbre sobre el futuro político de Colombia y la capacidad del presidente para enfrentar desafíos dentro y fuera de sus fronteras.