El Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha anunciado un nuevo paro armado que se llevará a cabo en el Chocó, específicamente sobre el río Baudó y sus afluentes. Este paro comenzará el viernes 2 de mayo a las 12:00 p.m. y se extenderá hasta la madrugada del lunes 5 de mayo. La guerrilla ha declarado que durante este periodo se prohibirá cualquier tipo de movilidad por esta importante vía fluvial, lo que afectará gravemente a la población que depende de estos ríos para su transporte y comercio.
En un comunicado emitido por el Frente de Guerra Occidental del ELN, se argumenta que el paro armado es una medida necesaria para proteger a los civiles de posibles enfrentamientos con una estructura paramilitar de aproximadamente 400 hombres liderada por alias Piernas Limpias. La presencia de estos grupos armados ha generado una situación de tensión y peligro en la región, donde se han denunciado graves violaciones a los derechos humanos.
Según el ELN, la violencia se ha intensificado en el Chocó debido a las actividades del grupo paramilitar, que aparentemente ha establecido una ruta de narcotráfico que atraviesa diversas comunidades y ríos de la zona, incluido el río Baudó. Esta situación ha llevado a la guerrilla a tomar medidas drásticas, indicando que la prohibición de la movilidad es un esfuerzo por evitar que los civiles se vean atrapados en medio de la confrontación.
La gobernadora del Chocó, Nubia Carolina Córdoba, aún no ha ofrecido una declaración oficial sobre el impacto del paro armado ni sobre las acciones del ELN. Sin embargo, la incertidumbre y el temor entre la población crecen, especialmente después del reciente secuestro de Arnold Alexander Rincón, director de la Corporación para el Desarrollo del Chocó, quien fue retenido por hombres armados en una vía cercana a Quibdó. Este evento ha resaltado la creciente inseguridad que enfrenta el departamento.
Los efectos del paro armado del ELN se dejan sentir ya que las comunidades que dependen del comercio y el transporte fluvial se encuentran restringidas de sus actividades diarias. Organizaciones de derechos humanos han hecho un llamado urgente para establecer corredores humanitarios que permitan el tránsito seguro de los ciudadanos y aliviar las consecuencias del conflicto, que continúa impactando la vida de miles de personas en el Chocó.