La elección del nuevo Papa León XIV ha causado revuelo en el mundo, especialmente en las redes sociales, donde su presencia tomó fuerza casi instantáneamente tras el anuncio de su elección. Desde el balcón de la basílica de San Pedro, el nuevo Pontífice saludó a los miles de fieles congregados para aclamarl, mientras su cuenta en la red social X, anteriormente conocida como Twitter, comenzó un crecimiento vertiginoso en número de seguidores. En pocas horas, el número de seguidores de su cuenta pasó de unos modestos 10.000 a más de 250.000, evidenciando el interés y la expectativa que su figura genera en todo el mundo.
Conforme la audiencia crecía, también lo hacía la atención sobre sus viejos tuits, que rápidamente comenzaron a ser revisados por los analistas de redes sociales y los medios de comunicación. En su perfil, entre los temas de fe y espiritualidad, se encontraron numerosas publicaciones sobre política, demostrando que León XIV no se alejaba de las problemáticas sociales contemporáneas. Temas como la inmigración, la justicia social y los derechos humanos emergen entre los contenidos que el nuevo Papa ha compartido, sugiriendo que su papado podría estar marcado por un enfoque progresista.
Uno de los puntos más controversiales de su cuenta son sus críticas hacia las políticas migratorias de Estados Unidos, donde no dudó en señalar a figuras como el expresidente Donald Trump y su vicepresidente JD Vance. En un tuit que llamó especialmente la atención, León XIV retuiteó un artículo que desafiaba la noción de que la inmigración provoca delincuencia, una idea comúnmente sostenida por ciertos sectores republicanos. Este gesto, que respalda su compromiso con los derechos de los inmigrantes y su experiencia viviendo en América Latina, destaca una faceta del nuevo Papa que podría inquietar a algunos círculos más conservadores.
Un tuit emblemático que resuena con su mensaje fue aquel en el que aludió a la avaricia y su condena, citando a su predecesor, el Papa Francisco. La caricatura que compartió y sus propias palabras provocaron reacciones furiosas de críticos en Wall Street y otros sectores económicos. La controversia no se detuvo allí, pues sus críticas a la administración Trump, especialmente sobre temas de inmigración, revelan una diplomacia incisiva que podría marcar un cambio en la relación entre el Vaticano y el gobierno estadounidense, además de provocar divisiones dentro del propio partido republicano.
Sin embargo, ante la avalancha de críticas que ha recibido por parte de la derecha, también han surgido numerosas reacciones celebratorias. Líderes como el presidente argentino Javier Milei manifestaron su apoyo y alegría, mientras que fanáticos de equipos de fútbol en Colombia hallaron una excusa para celebrar la nueva era papal. A pesar de las posiciones encontradas, el nuevo Papa León XIV parece estar dispuesto a forjar un camino propio, enraizado en sus convicciones y experiencias, lo que sin duda promete marcar su legado en la historia de la Iglesia Católica.