En el reino de las redes sociales, la escena se asemeja al famoso cuento de Blancanieves, donde la reina malvada pregunta al espejo mágico: “espejito, espejito, ¿quién es la más bella?”. Sin embargo, en esta versión moderna, la reina es el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien ha sido objeto de conversación en las últimas horas tras interactuar con Grok, un chatbot de inteligencia artificial. La cuestión que planteó, inicialmente destinada a exaltar su figura, terminó en un giro inesperado cuando el chatbot respondió: “Sheinbaum”, en referencia a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, generando risas y burlas en la comunidad virtual.
La respuesta de Grok no era del todo sorprendente, dado que Claudia Sheinbaum ha logrado mantener un 85 por ciento de aprobación en México, la cifra más elevada registrada en tres décadas. Aunque eso situaría a la presidente mexicana por delante de algunas figuras de relevancia internacional, incluido Andrés Manuel López Obrador, cuyas popularidades están en el centro del debate político. Este contexto le da un giro irónico a la situación, donde un intento de Bukele por reafirmar su propia popularidad terminó con una comparación desfavorable.
Sin desanimarse, Bukele reformuló su pregunta con la esperanza de conseguir un resultado más deseado. Esta vez preguntó a Grok quién había reducido más los homicidios a nivel mundial, y esta vez, la respuesta fue favorable: “Bukele”. Con ello, el presidente salvadoreño puede reivindicar su discurso sobre la seguridad en su país, aunque el contexto del uso de un chatbot plantea interrogantes sobre la manipulación de la información y la construcción de narrativas a través de estas tecnologías.
La conversación sobre Nayib Bukele y su uso de Grok también resalta la creciente influencia de la inteligencia artificial en la política. Grok, creado por xAI de Elon Musk, ha ganado popularidad entre los usuarios de la red social, donde la información que proporciona puede ser tanto herramienta de reafirmación como fuente de críticas. A medida que más líderes comienzan a interactuar con IAs como Grok, se abre un nuevo campo de preocupación ética sobre cómo estas tecnologías podrían afectar la transparencia y la percepción pública de los gobiernos.
Finalmente, la escena se va complicando con otros aspectos de la administración de Bukele. Mientras que en las redes la popularidad se mide de forma fluctuante, se rumorea que el mandatario está alistándose para las elecciones del próximo año. Su popularidad se ha visto alimentada por su fuerte política de seguridad, pero los analistas advierten que su enfoque podría llevar a una mayor polarización en la región y a preocupaciones sobre posibles inclinaciones autoritarias. La dualidad de estos tiempos recuerda que, como en cualquier fábula, la verdadera historia detrás de la imagen no siempre se refleja en el espejo.