En una manifestación inusual pero creativa, un grupo de congresistas colombianos decidió utilizar máscaras de Pitufo para protestar contra Armando Benedetti, el ministro del Interior, quien ha estado en el ojo del huracán desde su reciente nombramiento. La iniciativa liderada por el representante a la Cámara, José Jaime Uscátegui, busca llamar la atención sobre la situación actual y la falta de respuestas por parte de Benedetti respecto a las investigaciones en curso que involucran a la campaña presidencial de Gustavo Petro. Los manifestantes sostuvieron carteles que decían «juicio político», dejando claro su objetivo de llevar la discusión al pleno del Congreso.
Durante la protesta, Uscátegui enfatizó la necesidad de rendición de cuentas y mencionó que, a menos de un mes en su nuevo cargo, Benedetti ya ha incurrido en diversas faltas graves. Entre las acusaciones, el congresista hizo hincapié en las supuestas amenazas dirigidas a quienes se opusieron a la reforma laboral propuesta, lo que plantea serias dudas sobre la independencia del poder legislativo y el respeto por las instituciones democráticas en el país. La decisión de usar disfraces de personajes de dibujos animados se convierte así en un símbolo de la necesidad de atención a estas preocupaciones.
Además de las amenazas mencionadas, los congresistas han denunciado vínculos vinculados a la corrupción que giran entorno al «Clan Torres» y el financiamiento ilícito asociado a la campaña de Petro. La llegada de Jaime Luis Berdugo Pérez como Viceministro del Interior es vista con recelo, ya que representa intereses de empresas que han trabajado estrechamente con el mencionado clan, lo que podría comprometer la integridad del Ministerio del Interior en tareas cruciales para el país y para la investigación de las denuncias que se han hecho.
Las filtraciones sobre negociaciones dentro del gobierno han aumentado las preocupaciones entre los opositores de Benedetti. Se habla de intentos de influir en cargos de aduanas que favorecerían a un conocido donante de la campaña. Esta información ha llevado a los congresistas a considerar la posibilidad de que las decisiones dentro del Ministerio sean impulsadas por intereses privados en lugar de servir al bienestar público. Estas acciones afectarían no solo la política interna, sino también las relaciones y la percepción del país en el exterior.
Con estas presiones sobre su gestión, se anticipa que el próximo martes Uscátegui oficie la radicación de la moción de censura contra Benedetti. La llamada «pitufopolítica» se presenta como una respuesta a lo que los congresistas consideran un abuso de poder y una falta de compromiso con la transparencia. Los acontecimientos futuros en el Congreso no solo definirán el destino político del actual Ministro del Interior, sino que también reflejarán el actual clima de tensiones en la política colombiana.