Los habitantes de Jamaica se encuentran en un estado de alerta máxima mientras se preparan para la inminente llegada del huracán Melissa, que ha alcanzado la categoría 5 con vientos de hasta 285 km/h. Según los pronósticos del Centro Nacional de Huracanes (NHC), se espera que este potente fenómeno toque tierra en Kingston, la capital del país, durante el día de este martes, lo que representa una amenaza significativa para la isla que podría superar los 100 cm de lluvia en algunas áreas. Las autoridades jamaicanas han emitido advertencias de una “situación extremadamente peligrosa” e instan a la población a buscar refugio en lugares seguros, dada la posibilidad de inundaciones masivas y deslizamientos de tierra, especialmente en las zonas montañosas.
La preparación ante el huracán Melissa ha llevado al gobierno de Jamaica a cerrar los aeropuertos internacionales y a ordenar la evacuación de algunas comunidades costeras. Con el 70% de la población viviendo a menos de 5 kilómetros de la costa, las autoridades han habilitado 881 refugios para quienes se encuentren en áreas vulnerables. La ministra de Información, Dana Morris Dixon, expresó su preocupación por el estado del suelo, ya saturado por las lluvias recientes, lo que multiplicaría el riesgo de inundaciones y deslizamientos. Mientras tanto, la Cruz Roja estima que aproximadamente 1,5 millones de personas están en riesgo en la isla, lo que agrava la tensión en la población.
Con Melissa mostrando aún signos de fortalecimiento y avanzando lentamente a 6 km/h sobre el Caribe, los meteorólogos han indicado que esta situación puede resultar en un fenómeno sin precedentes para Jamaica. La lentitud del huracán aumenta el tiempo de exposición a las lluvias intensas, lo que podría llevar a condiciones catastróficas. Matthew Cappucci, experto en meteorología, advirtió que nadie en Jamaica ha experimentado eventos de esta magnitud y que se espera que el huracán cause estragos no solo en Jamaica, sino también en el este de Cuba, donde se prevé que toque tierra en la noche del martes al miércoles.
Mientras las tropas de rescate y equipamiento de emergencia se despliegan por la isla, los residentes se preparan para lo peor. Muchos jamaicanos han comenzado a reforzar sus hogares con costales de arena, y aquellos en áreas montañosas se han reportado aislados debido a la intransitabilidad de los caminos. El primer ministro Andrew Holness ha instado a todos a mantenerse en casa, garantizando que el país se reconstruirá más fuerte después de la tormenta. De manera paralela, en la vecina República Dominicana, ya se han reportado precipitaciones que han causado inundaciones y otros incidentes trágicos, reforzando la gravedad del impacto del huracán en toda la región.
Por otro lado, en Cuba, las autoridades también se encuentran en máxima alerta con la fase de Alarma Ciclónica decretada para varias provincias orientales. Más de 600,000 personas están siendo evacuadas de ciudades como Santiago de Cuba, mientras se espera que Melissa traiga intensas lluvias y marejadas ciclónicas devastadoras. Este fenómeno se perfila como uno de los ciclones más poderosos que han afectado tanto a Jamaica como a Cuba en los últimos años, lo que ha llevado a las autoridades a intensificar las medidas de protección y a suspender actividades escolares. La situación sigue evolucionando y se monitorea de cerca el impacto de este huracán que promete ser recordado por generaciones.



















