El presidente de Colombia, Gustavo Petro, realizó una encendida defensa de la consulta popular durante una reciente alocución en Soledad, Atlántico. En esta oportunidad, el mandatario se refirió al presidente del Congreso, Efraín Cepeda, de manera contundente, tras las declaraciones de este último, quien sugirió que las preguntas para la consulta podían ser discutidas y aprobadas dentro del mismo Congreso de la República. La afirmación de Cepeda generó el descontento de Petro, quien no dudó en calificarlo de manera fuerte, enfatizando su rechazo a la idea de debatir estas preguntas fuera del marco de la consulta popular previamente establecida.
Durante su discurso, Petro lanzó una crítica directa a la postura de Cepeda, dejando claro su desacuerdo con que el Congreso interfiriera en el proceso de la consulta popular. «Decía Efraín Cepeda: ‘Oiga, pero si esas son las preguntas que ustedes presentaron, pues ahora sí podemos discutirlas en el Congreso’», citó Petro, antes de expresar de forma explícita su frustración al respecto. Al decir que no solía usar groserías, pero en esta ocasión había sentido la necesidad de utilizar un término fuerte, el presidente dejó entrever la gravedad que le otorga a esta discusión y lo que esto podría significar para el proceso democrático en Colombia.
El mandatario enfatizó que si los «amigos de Cepeda» decidían negar la consulta popular, el pueblo colombiano tendría la última palabra en las próximas elecciones, afirmando que estos serían «borrados de la historia». Esta declaración no solo refleja la postura combativa de Petro, sino que también subraya su intención de movilizar a la ciudadanía a participar activamente en el proceso político. La consulta popular es vista por el presidente como una herramienta vital para que el pueblo exprese su voluntad sobre temas trascendentales que afectan a la nación.
Petro, acompañado de figuras clave de su administración como Armando Benedetti y Gustavo Bolívar, reiteró la importancia de la consulta como un canal directo entre el gobierno y el pueblo, necesario para fortalecer la democracia en Colombia. Esta situación ha encendido un debate sobre el rol del Congreso y su capacidad para interferir en mecanismos de participación ciudadana, un tema que ha estado en el centro de la agenda política en las últimas semanas.
La polémica entre Petro y Cepeda pone de manifiesto las tensiones existentes entre el Ejecutivo y el Legislativo en Colombia, así como la urgencia de discutir y acordar el futuro del país en un contexto donde la voz del pueblo se busca cada vez más resaltar. Mientras algunos sectores apoyan la consulta popular como un avance democrático, otros advertidos por el presidente del Congreso la ven como un intento de desprestigiar las funciones del Legislativo. En este escenario, el desenlace de esta controversia será fundamental para el rumbo político que tomará Colombia en el futuro cercano.