La fiebre amarilla continúa siendo un desafío importante para la salud pública en Colombia, y la Superintendencia de Salud (Supersalud) ha emitido una serie de recomendaciones para intensificar las campañas de vacunación. En una reciente rueda de prensa, el Ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, destacó la necesidad urgente de acelerar la inoculación, especialmente en aquellas zonas endémicas y en áreas con alta movilidad de viajeros. Esto se hace en respuesta a la preocupación por nuevos brotes, que requieren una acción coordinada para prevenir su propagación.
En su discurso, el superintendente de Salud, Giovanny Rubiano, hizo un llamado a las entidades promotoras de salud (EPS) y a los equipos de vacunación para que refuercen las jornadas de vacunación en las regiones afectadas. La Supersalud también destacó que desde octubre de 2024 se han concentrado esfuerzos significativos en los departamentos de Tolima y Caldas, donde se han establecido Puestos de Mando Unificado (PMU) para gestionar la situación de emergencia creada por la aparición de nuevos casos.
A través de una colaboración interinstitucional, las entidades de salud han implementado acciones de inspección y vigilancia con el apoyo del Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Salud. Hasta la fecha se han instalado 11 nuevos PMUs para coordinar 77 acciones inmediatas en 111 municipios considerados de alto riesgo, distribuidos en 13 departamentos. Esta estrategia ha permitido que 15 departamentos activen sus Consejos Territoriales de Gestión del Riesgo, y 42 entidades territoriales hayan declarado situación de emergencia sanitaria para enfrentar la fiebre amarilla.
Asimismo, la Supersalud informó que 72 entidades territoriales han formalizado contratos para Planes de Intervenciones Colectivas (PIC) para el año 2025, con un enfoque en promover el acceso a la vacunación y la gestión del riesgo. En este sentido, se han diseñado planes estratégicos de inoculación en 29 municipios, asegurando que también se contemple la vacunación de la población viajera, un grupo que representa un riesgo significativo en la propagación del virus.
No obstante, los retos son significativos. La Supersalud ha identificado una falta de conocimiento entre algunas entidades sobre la categorización de riesgo en sus municipios, lo que subraya la necesidad de acelerar las campañas de vacunación en áreas críticas. Además, se ha hecho hincapié en la importancia de la socialización ampliada sobre las medidas de prevención y la creación de mesas técnicas para seguir la distribución y uso de las vacunas. La entidad promete un seguimiento riguroso del avance de las 77 acciones planificadas, esenciales para contener un eventual brote de fiebre amarilla en el país.