Las autoridades de Ecuador han encendido las alarmas tras la sospecha de un intento de envenenamiento contra el presidente Daniel Noboa. Esta situación se desató después de que se recibieran obsequios que supuestamente contenían sustancias químicas tóxicas perjudiciales para la salud. El incidente ocurrió el 17 de octubre durante un evento en Babahoyo, donde Noboa estaba entregando apoyos a productores agropecuarios. La Casa Militar Presidencial, al recibir la canasta de productos artesanales, realizó pruebas que revelaron la presencia de químicos alarmantes, lo que llevó a la inmediata denuncia ante la Fiscalía.
El mandatario declaró que, tras el análisis realizado por su equipo de seguridad, se encontraron tres químicos con niveles de concentración extremadamente altos. Noboa enfatizó que es prácticamente imposible que estos químicos estén presentes en ese nivel dentro de productos comestibles, lo que sugiere que no se trata de un simple accidente. La canasta incluía mermeladas de tamarindo, chocolate y una mistela de cacao proporcionadas por una emprendedora. El hallazgo de estas sustancias alerta sobre la posibilidad de un acto deliberado en contra del presidente.
La situación fue reportada por el jefe de la Casa Militar al momento de realizar la verificación física de la canasta obsequio. Según el informe, tres de los ocho productos en la canasta contenían las sustancias identificadas como cloruro de tionilo, cloroetanol y antraceno, todos clasificados como extremadamente nocivos para la salud. Estas inquietantes revelaciones llevaron al presidente a insistir en la necesidad de actuar para esclarecer los hechos y establecer responsabilidades. Noboa subrayó que este evento marcaba un nuevo capítulo en un entorno ya tenso, con amenazas inminentes sobre su seguridad.
Este presunto intento de envenenamiento sigue a varios incidentes de violencia y agresiones físicas contra el presidente Noboa. Hace solo dos semanas, su automóvil fue atacado por manifestantes durante una protesta en contra de las políticas económicas de su gobierno. Estos hechos reflejan un clima de polarización en el país y la creciente tensión entre el gobierno y sectores de la población que expresan su descontento. La denuncia presentada y la apertura de una investigación por parte del Fiscal General son pasos críticos en la búsqueda de justicia y seguridad para el mandatario.
A medida que avanza la investigación, se esperan respuestas que puedan clarificar los motivos de este ataque potencial. La situación ha llamado la atención no solo en Ecuador, sino también en el ámbito internacional, donde las repercusiones políticas de estos incidentes podrían afectar la estabilidad del gobierno de Noboa. En este contexto, se generan interrogantes sobre la protección de los funcionarios posibles blancos de actos violentos y la necesidad de reforzar la seguridad del presidente en un entorno cada vez más hostil.



















