La creación de Latam-GPT representa un avance significativo en la inteligencia artificial en América Latina y el Caribe, al buscar reflejar la rica y diversa cultura de la región. Este modelo, impulsado por el Centro Nacional de Inteligencia Artificial (Cenia) de Chile, promete ser una herramienta que no solo comprenda mejor el contexto latinoamericano, sino que también sirva como un puente entre la tecnología y la identidad cultural de sus pueblos. Con influencias que van desde las raíces indígenas hasta la herencia europea y africana, Latam-GPT se propone ser más que un simple modelo de lenguaje, sino un catalizador para la inclusión digital y la soberanía tecnológica en la región.
La iniciativa, anunciada durante la Cumbre para la Acción sobre Inteligencia Artificial, ha reunido a más de 30 instituciones y a un amplio espectro de expertos de diversos países, destacando la importancia de un enfoque colaborativo. Rodrigo Durán, gerente de Cenia en Chile, subraya que este esfuerzo conjunto es crucial para que la cultura y la idiosincrasia de América Latina se vean representadas en el producto final. El proyecto no solo busca desarrollar un modelo de alta calidad comparable a otros existentes, sino que también pretende proporcionar información más precisa sobre los contextos locales, marcando así un paso hacia la independencia tecnológica de la región.
A medida que el Latam-GPT avanza hacia su fecha de lanzamiento en junio de 2025, se están llevando a cabo etapas críticas como la organización y filtrado de datos, así como pruebas del modelo. Omar Florez, un experto con experiencia en Silicon Valley, está liderando estos esfuerzos técnicos. Él resalta la necesidad de que el modelo desarrolle un «sentido común» que le permita interactuar de manera efectiva con los usuarios. Este enfoque práctico y su vinculación con el mundo académico y científico buscan asegurar que Latam-GPT esté alineado con las necesidades y realidades de los latinoamericanos desde su primera versión.
El financiamiento del proyecto, que ha superado los 300 mil dólares por parte del Cenia y que cuenta con el respaldo de alianzas estratégicas con países como México, Colombia y Argentina, es testimonio del interés regional por fomentar la inteligencia artificial local. Mientras que la infraestructura avanzada de la Universidad de Tarapacá, que incluye un supercomputador diseñado para entrenar el modelo, promete un desarrollo eficiente y sustentable del Latam-GPT. Los datos indican que el consumo energético del proceso de entrenamiento será menor en comparación con otros modelos de IA, gracias a la abundancia de energía renovable en el norte de Chile.
Sin embargo, el proyecto no está exento de críticas, especialmente en lo que respecta a la soberanía tecnológica y la protección de datos. Expertos como Ulises A. Mejías han cuestionado si iniciativas como Latam-GPT logran realmente descolonizar el acceso a la tecnología o si solo replican las estructuras del poder existentes. Además, el impacto ambiental del entrenamiento de modelos de inteligencia artificial sigue siendo un tema de debate. El Cenia ha garantizado medidas para el manejo transparente de datos, incluyendo el uso de fuentes abiertas y el cumplimiento de las leyes de derechos de autor. A medida que se aproxima su lanzamiento, el mundo observa de cerca cómo Latam-GPT definirá el futuro de la inteligencia artificial en América Latina.