El gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, quien fue elegido en 2023 para un periodo de cuatro años, ha causado revuelo en el ámbito político al señalar que está considerando convertirse en candidato presidencial para las elecciones de 2026. En un reciente encuentro departamental, Amaya confesó que el escenario actual le ha hecho replantearse su decisión inicial de no postularse, aclarando que «había dicho que no, pero pasaron muchas cosas». Este tipo de declaraciones, que surgen en un momento clave, dan cuenta de las tensiones y expectativas que rodean a las próximas elecciones, donde muchos actores políticos buscan posicionarse estratégicamente.
El gobernador, quien cuenta con una considerable influencia en el congreso gracias a sus aliados en el gobierno de Gustavo Petro, mencionó que tiene hasta el 30 de mayo para formalizar su decisión. Esta fecha es crucial, ya que se aproxima el momento en que los funcionarios públicos deben renunciar a sus cargos para evitar inhabilitaciones. Amaya subrayó su compromiso hacia Boyacá, su región natal, afirmando que su papel como gobernador es de suma importancia, y que evaluará cuidadosamente los pros y contras de lanzarse a la lucha por la presidencia.
En su análisis, el gobernador ha declarado que está sosteniendo reuniones con congresistas de su equipo, así como con otros líderes políticos y representantes de su partido, la Alianza Verde. La gravedad de su posible candidatura se contrasta con su devoción hacia Boyacá, expresando que «hay amigos de todas partes del país que están muy entusiasmados» con la idea de su liderazgo a nivel nacional. No obstante, también ha dejado claro que su responsabilidad como gobernador prevalece en este momento.
Amaya ha tenido que lidiar con las inquietudes surgidas a raíz de una ley que podría obstaculizar su camino hacia la presidencia al limitar las aspiraciones de quienes ocupan cargos regionales. Sin embargo, el gobernador se muestra confiado en que la Constitución prevalece en cualquier controversia legal, lo cual podría abrirle puertas para su candidatura. Este tipo de desafíos legales representan un punto crucial en su proceso de toma de decisiones y podrían influir en su línea de acción en el futuro cercano.
Finalmente, el gobernador Carlos Amaya ha enfatizado que, de optar por postularse, su enfoque no será en la polarización que caracteriza la política actual, sino en buscar «caminos de unidad» para el país. Este enfoque puede resonar con un electorado cansado de divisiones y conflictos, ofreciendo una alternativa centrada en la colaboración y el compromiso con el bienestar nacional. Así, con una decisión aún por llegar, el horizonte de la política colombiana se ve movido por los posibles planes del gobernador de Boyacá.