El presidente boliviano, Luis Arce, se pronunció con firmeza durante un evento conmemorativo por el 199 aniversario de la Policía de Bolivia, donde rindió homenaje a los cuatro agentes caídos en el cumplimiento de su deber. Los policías, abatidos durante los recientes bloqueos de carreteras organizados por seguidores del exmandatario Evo Morales, han sido objeto de atención nacional, y Arce enfatizó que su sacrificio «no será en vano». En un discurso cargado de indignación, el mandatario prometió que su Gobierno garantizará que los responsables de estos «actos cobardes» respondan ante la justicia, subrayando la necesidad de proteger a los ciudadanos y las instituciones del país.
El clima político en Bolivia se ha visto profundamente afectado por las protestas que comenzaron el 2 de junio, cuando seguidores de Evo Morales iniciaron bloqueos en diversas carreteras del país en un intento de forzar al Tribunal Supremo Electoral (TSE) a inscribir su candidatura presidencial. A pesar de que el partido de Morales carece de legalidad para participar en las elecciones del 17 de agosto, sus seguidores han manifestado su disposición a continuar con las acciones de presión, lo que ha desatado una ola de violencia en diferentes regiones del país, con un saldo trágico de varias vidas perdidas.
En medio del conflicto, la situación se tornó aún más crítica cuando se reportaron la muerte de tres policías por heridas de bala en el departamento de Potosí, así como el fallecimiento de un cuarto agente en Cochabamba, quien fue retenido por manifestantes. Además, el caos se intensificó con la noticia del fallecimiento de un joven civil, presunto cercano a Morales, que murió tras un accidente con explosivos, y otro joven universitario que fue golpeado fatalmente tras ser acusado de ser un informante. Estos eventos han dejado al país conmocionado y han elevado las tensiones entre el Gobierno y la oposición.
Evo Morales, quien se ha distanciado de Luis Arce desde finales de 2021, continúa insistiendo en su intención de postularse a la presidencia a pesar de las restricciones legales que enfrenta. El Tribunal Constitucional Plurinacional ha aclarado que la reelección está permitida solo una vez de manera continua, lo que deja fuera a Morales, quien ya cumplió tres mandatos. Ante esta situación, el Gobierno ha decidido actuar legalmente contra el exmandatario, denunciándolo por ocho delitos, incluyendo terrorismo y obstrucción de procesos electorales, lo que ha aumentado la polarización y la crisis política en el país.
Luis Arce, en su discurso, también advirtió sobre el peligro de la violencia como un medio para lograr objetivos políticos, instando a la ciudadanía a optar por el diálogo y la democracia. «La violencia nunca será el camino», proclamó, resaltando la importancia de resguardar las elecciones nacionales y dejar que sea el pueblo quien decida su destino en las urnas. En este contexto, el presidente se comprometió a honrar la memoria de los agentes caídos buscando justicia y trabajando de manera conjunta para enfrentar los desafíos que Bolivia enfrenta, en clara oposición a quienes buscan desestabilizar el orden constitucional.



















