El portavoz del Gobierno de Bangladesh, Azad Majumder, confirmó en una rueda de prensa que el reciente terremoto de magnitud 5,5 ha tenido un saldo trágico, con al menos ocho personas muertas y más de 100 heridas. Entre las víctimas se encuentran estudiantes de la Universidad de Daca, así como trabajadores de fábricas en Gazipur y residentes de la ciudad de Narsingdi, zona cercana al epicentro del sismo. Este terremoto, que representa un severo golpe para el país, ocurrió el viernes pasado a las 10:08 hora local, generando una alarmante reacción tanto a nivel local como internacional.
El terremoto, cuyo epicentro se situó a 14 kilómetros al oeste-suroeste de Narsingdi, alcanzó una profundidad de 10 kilómetros, según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). Además de las víctimas fatales, el servicio de emergencia ha reportado que al menos tres de las personas que perdieron la vida fueron atrapadas bajo los escombros de un edificio de ocho plantas en el área de Kosaituli, en la capital. La situación ha requerido una intervención rápida de los servicios de bomberos y equipos de emergencia que trasladaron a los heridos al Hospital Mitford en Daca.
La respuesta del Gobierno interino, bajo el asesoramiento de Muhammad Yunus, ha sido ágil. Las autoridades están monitoreando la situación y evaluando los daños ocasionados por el sismo. Yunus destacó la importancia de la seguridad ciudadana, instando a la población a mantener la calma y evitar la difusión de rumores que puedan incrementar la tensión en un momento crítico como este. La falta de información clara en situaciones de emergencia suele generar pánico, y es por eso que las autoridades han hecho un llamado a la comunidad a permanecer serenos.
Los efectos del sismo se sintieron en varias ciudades, incluidos Daca, Barisal y Comilla, así como en la vecina Calcuta, India, donde muchos residentes abandonaron momentáneamente sus hogares y oficinas tras el fuerte temblor. Imágenes y testimonios compartidos en redes sociales muestran a numerosas personas en las calles, asustadas y buscando refugio. Este tipo de reacciones es común en una región que ha vivido múltiples terremotos a lo largo de la historia, debido a su ubicación en la franja tectónica entre las placas india y euroasiática.
El sur de Asia es considerado una de las áreas más sísmicamente activas del mundo, presentando un riesgo constante tanto para el barrio Bangladesí como para sus vecinos. Este reciente sismo subraya la necesidad de un enfoque proactivo en la preparación y respuesta ante desastres naturales. A medida que las autoridades siguen atendiendo a los afectados, la población se mantiene con la esperanza de que la recuperación sea rápida y efectiva, mientras se obtienen lecciones para futuros eventos.


















