Tegucigalpa, 9 de abril (Prensa Latina) – En un firme llamado a la comunidad internacional, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, instó este miércoles a poner fin a las sanciones unilaterales impuestas a los países en vías de desarrollo, que él consideró como una violación de los principios del derecho internacional. Durante su intervención en la 9ª Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), Díaz-Canel destacó que estas medidas no solo afectan gravemente a la economía cubana, sino que también perjudican a naciones que buscan desarrollarse y mejorar la vida de sus ciudadanos.
El mandatario cubano no escatimó en críticas hacia el gobierno de Estados Unidos, señalando que sus métodos coercitivos buscan desestabilizar gobiernos legítimos y fomentar la oposición interna. «Los crímenes de Estado que se articulan tras las sanciones crean un clima de tensión y desconfianza en las relaciones económicas internacionales,» enfatizó. Según sus palabras, el alcance y la severidad de las sanciones se han incrementado de manera alarmante en los últimos años, lo que refleja un abuso de poder por parte del imperio sobre las instituciones financieras globales.
Díaz-Canel también acusó a la administración estadounidense de intentar asfixiar al pueblo cubano mediante una guerra económica que busca desestabilizar el orden constitucional de la isla. La reciente decisión de Washington de reinstaurar a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo fue calificada por el presidente como una maniobra injustificada que ahonda el cerco económico y afecta las aspiraciones de desarrollo cubanas. Estas medidas, según denunció, tienen impactos extraterritoriales que van más allá de la propia nación cubana.
Otra de las críticas contundentes de Díaz-Canel fue la campaña desmedida contra los programas de cooperación médica internacional de Cuba. Aseguró que las restricciones impuestas a profesionales de la salud y a quienes apoyen estos programas son una forma de chantaje y agresión injustificable. «Estas acciones no solo castigan a Cuba, sino que también desprecian la salud y el bienestar de comunidades enteras que se benefician de nuestra solidaridad médica», afirmó, refiriéndose a la importancia de la cooperación cubana en más de 50 países.
El presidente cubano cerró su intervención agradeciendo el apoyo continuo de los países miembros de CELAC en la lucha contra el bloqueo económico de EE. UU. y en la demanda por la retirada de Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo. «La unidad es nuestra mayor fortaleza,» afirmó, instando a no retrasar más la integración latinoamericana soñada desde tiempos de Bolívar. Díaz-Canel concluyó con un llamado a la consolidación de la cooperación y la solidaridad entre naciones, enfatizando que solamente a través de la unidad se podrá luchar contra las adversidades y construir un futuro más justo y equitativo para la región.