Más de 60 delegaciones se congregaron el pasado jueves en Bruselas para abordar temas de vital importancia relacionados con la reconstrucción, la gobernanza y la seguridad en la Franja de Gaza. Esta reunión, presidida por Francia y Arabia Saudí, se enmarca dentro del contexto del Grupo de Donantes para Palestina, cuyo objetivo se centra en las reformas necesarias de la Autoridad Palestina, siguiendo un plan de paz impulsado por Estados Unidos que recibió aprobación en el Consejo de Seguridad de la ONU. Las discusiones reflejan la creciente presión internacional para estabilizar la región y favorecer un Gobierno palestino más eficaz que pueda tomar las riendas en Gaza tras el conflicto.
Actualmente, la Autoridad Palestina administra áreas semiautónomas en la Cisjordania ocupada, y se ha comprometido a convertirse en un actor relevante en la Gaza de posguerra. Sin embargo, el camino hacia la reforma no está libre de obstáculos. Estados Unidos ha establecido condiciones claras, exigiendo que la Autoridad lleve a cabo reformas significativas antes de asumir un rol en Gaza. Por su parte, Israel se opone a cualquier participación de la Autoridad en la gobernanza de Gaza, lo que complica aún más la situación y plantea interrogantes sobre el futuro político de la región.
De acuerdo con funcionarios de la Unión Europea, este bloque, que es el mayor donante financiero para la Autoridad Palestina, espera que las reformas puedan eventualmente llevar a una administración efectiva de Gaza. Como parte de sus esfuerzos, la UE ha planeado entrenar a 3.000 policías palestinos, con un compromiso adicional de enviar 100 policías franceses a esta misión. Este programa se está discutiendo con países vecinos de Gaza, pero la dinámica política y el descontento popular hacia la Autoridad Palestina pueden dificultar la implementación efectiva del mismo.
El plan de paz promovido por Estados Unidos sugiere una gradual cesión de territorio en Gaza por parte del ejército israelí, que sería administrado por una mezcla de nuevos efectivos formados y una Fuerza Internacional de Estabilización. La UE busca una creciente participación en el proceso de paz, incluyendo la creación de una Junta de Paz que tenga la autoridad en Gaza. Sin embargo, este proyecto sigue siendo controvertido y enfrenta la resistencia de sectores de la sociedad palestina, que temen que se convierta en una herramienta de los intereses estadounidenses e israelíes.
Finalmente, la necesidad de reformas profundas dentro de la Autoridad Palestina se convierte en un punto clave para acceder a financiamiento internacional. La Comisionada Europea para el Mediterráneo, Dubravka Šuica, ha destacado que esto es crucial para asegurar el apoyo financiero. No obstante, la falta de apoyo popular para la Junta de Paz propuesta podría entorpecer la cooperación de actores palestinos. En un firme recordatorio del descontento, Kaja Kallas, jefa de política exterior de la UE, ha enfatizado que los palestinos deben ser quienes lideren los procesos de cambio en su propio territorio.


















