El Sindicato de Metalúrgicos (UOM) de Argentina se encuentra en un momento decisivo al preparar una huelga de 24 horas este próximo miércoles, como respuesta al creciente costo de vida y la necesidad imperiosa de un aumento salarial. La medida ha sido anunciada tras la reciente escalada de precios en servicios esenciales y productos, que ha golpeado fuertemente el poder adquisitivo de los trabajadores. Esta acción se enmarca dentro del plan de lucha denominado «Dignidad Primero», cuyo objetivo central es la defensa de los derechos laborales y la búsqueda de una vida digna para los metalúrgicos argentinos.
En el mismo contexto, el Sindicato de Transporte Argentino (UTA) ha dado un ultimátum al gobierno del presidente Javier Milei para resolver el conflicto salarial de los conductores de transporte urbano y suburbanos antes del lunes próximo. Si no se alcanza un acuerdo, advirtieron que se verán forzados a llevar a cabo una huelga este martes, lo que podría impactar severamente la movilidad en las principales ciudades del país.
La UOM, que ha tenido que lamentar el despido de miles de trabajadores en el sector metalúrgico, señala la urgencia de la huelga como parte de un compromiso más amplio por la mejora de las condiciones laborales. En un comunicado reciente, el sindicato enfatizó que la estabilización del empleo y la obtención de salarios acordes con la realidad económica actual son innegociables. Esta movilización se convierte en un símbolo de resistencia ante las dinámicas desfavorables impuestas por la política económica del gobierno de Milei, que continúa con ajustes que afectan a múltiples sectores.
La preparación de la huelga fue ratificada en el Congreso Nacional de Delegados Metalúrgicos 2025, llevado a cabo en Mar del Plata, donde más de 50 filiales del país discutieron el futuro de sus acciones. Si bien la huelga de este miércoles será un primer paso, se agendó un plan de acción que incluye posibles huelgas escalonadas de 48 y 72 horas en las semanas siguientes, aunque las fechas concretas aún están por definirse.
Por su parte, líderes sindicales como Abel Furlán, presidente de la UOM, han expresado su preocupación por la posible pérdida de hasta 50,000 puestos de trabajo debido a la apertura indiscriminada de importaciones. Esta realidad tensa el pulso sindical y pone de manifiesto la lucha por no solo la supervivencia de los empleos, sino también para garantizar salarios que respalden una vida digna. A medida que se acerca la fecha de la huelga, el clima social se agita, reflejando un descontento colectivo frente a la situación económica del país.