En una reciente intervención radial, el presidente colombiano, Gustavo Petro, arremetió contra su homólogo argentino, Javier Milei, a quien calificó de «nostálgico» de Benito Mussolini y lo catalogó como un «codicioso». Durante su participación en el programa La Pizarra, Petro expuso su preocupación por las orientaciones políticas de Milei, sugiriendo que su admiración por el ex presidente estadounidense, Donald Trump, refleja una relación servil que pone en evidencia la falta de identidad latinoamericana del argentino, quien posee ciudadanía italiana.
Petro argumentó que la reciente garantía de la ciudadanía italiana a Milei, otorgada por Giorgia Meloni, subraya una desconexión con la cultura y los valores latinoamericanos. «Milei viene del mundo europeo, no viene del fluir latinoamericano. Es italiano», indicó, haciendo hincapié en que el país italiano vive una situación de decadencia y añoranza de épocas autoritarias, lo que Petro considera un peligro para el contexto político de Argentina.
Además de sus críticas hacia Milei, Petro comparó la admiración del argentino por Trump con una relación de sumisión, señalando que el ex presidente estadounidense debe ver a Milei como un ser inferior, similar a cómo lo hizo Hitler con los judíos. «Es una constante de los cipayos, quienes a pesar de ser despreciados por sus amos, permanecen arrodillados ante ellos», expresó. Estas declaraciones reflejan una fuerte condena hacia el populismo de derecha que Milei representa.
El mandatario colombiano, al abordar la situación política en Argentina, instó al pueblo argentino a actuar, aunque prefirió no revelar explícitamente qué acciones tomar ante la situación, respetando así la autonomía del país vecino. «Al pueblo argentino le toca hacer algo, sabe qué es, pero no lo digo porque respeto el principio de la autonomía de los pueblos», finalizó Petro, dejando entrever su descontento con la administración de Milei.
Las críticas de Petro se enmarcan en un contexto más amplio de tensión política entre los líderes de Sudamérica, donde las diferencias ideológicas están cada vez más acentuadas. Estos intercambios, más que meras declaraciones, sugieren un cambio en la dinámica política regional, donde el ascenso de figuras populistas de derecha, como Milei, despierta temores entre los líderes de izquierda como Petro, que abogan por una integración latinoamericana más robusta y equitativa.