El Departamento de Estado de Estados Unidos ha anunciado este lunes su decisión de designar oficialmente al Cártel de los Soles como un grupo terrorista extranjero (FTO, por sus siglas en inglés). Esta categorización se basa en la existencia de pruebas contundentes que demuestran la participación del Cártel en actividades terroristas y su potencial amenaza para la seguridad de los ciudadanos estadounidenses, así como para la seguridad nacional de Estados Unidos. Esta acción se enmarca dentro de los criterios establecidos por la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que requiere que un FTO sea un grupo extranjero con vínculos claros a actividades de terror.
En julio de este año, el Departamento del Tesoro ya había considerado al Cártel de los Soles como un grupo terrorista global especialmente designado (SDGT), lo que provocó una reacción airada del Gobierno venezolano, que tildó las acusaciones de «invento» de Washington. A lo largo de los años, las autoridades estadounidenses han recabado información que señala al Cártel como compuesto en su mayoría por militares venezolanos desde la década de los noventa, resaltando así la fusión entre el narcotráfico y las fuerzas armadas del país sudamericano. El nombre del cártel proviene de las insignias que portan los generales, lo que sugiere un arraigo profundo en la estructura militar.
La DEA (Administración de Control de Drogas) inició investigaciones formales sobre el Cártel de los Soles en marzo de 2020, lo que llevó a que el Departamento de Justicia estadounidense reconociera su existencia de manera oficial. Según informes provenientes de Estados Unidos, se indica que el Cártel es liderado por Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, y Diosdado Cabello, titular del Ministerio del Interior. La culminación de estas investigaciones ha permitido a las autoridades estadounidenses articular sus esfuerzos en contra del narcotráfico y cualquier actividad terrorista vinculada a dicho cártel.
La designación del Cártel de los Soles como FTO coincide con una ofensiva militar cada vez más intensa por parte de Estados Unidos en el sur del Caribe, una estrategia proclamada por la Casa Blanca como parte de sus esfuerzos para combatir el narcotráfico en la región. Hasta el momento, estas operaciones han resultado en la destrucción de aproximadamente 20 embarcaciones presuntamente cargadas de drogas, así como en la muerte de al menos 83 ocupantes, según reportes provenientes de las autoridades estadounidenses. Estas acciones refuerzan el compromiso del Gobierno estadounidense en erradicar las redes de narcotráfico que operan en las aguas caribeñas.
Con la reciente designación del Cártel de los Soles como grupo terrorista extranjero, Washington tiene ahora la capacidad de implementar sanciones adicionales y restringir aún más las operaciones financieras de la organización. Esta medida intensificará la presión sobre el Gobierno venezolano y su estructura militar, en un contexto donde las relaciones entre ambos países se han deteriorado considerablemente. La respuesta de Caracas a esta acusación será seguida de cerca, ya que el legado y futuro del liderazgo de Maduro se entrelazan cada vez más con las acciones de este cártel y las controversias internacionales relacionadas.


















