En una reciente declaración, Bruno Rodríguez, el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, reafirmó el firme apoyo de su nación a la Revolución Bolivariana y la iniciativa Chavista. Durante un evento en X, Rodríguez destacó la unión cívico-militar de Venezuela y expresó su respaldo inquebrantable al presidente Nicolás Maduro, quien ha enfrentado una serie de amenazas y sanciones impuestas desde el exterior. Esta manifestación de apoyo se produce en el contexto del 23º aniversario de la victoria popular contra el golpe de estado fascista que tuvo lugar en 2002, en un episodio crucial de la historia venezolana que significó un repudio a las fuerzas desestabilizadoras.
El 11 de abril de 2002, el escenario político en Venezuela se tornó tumultuoso. La derecha venezolana, en un intento por desestabilizar al gobierno del entonces presidente Hugo Chávez, llevó a cabo un golpe de estado orquestado por sectores de la oposición, líderes empresariales de Fedecámaras y medios de comunicación que promovieron una intensa campaña mediática para desacreditar al líder bolivariano. Este conflicto puso en evidencia la fragilidad de la democracia en el país y la disposición de ciertos sectores a recurrir a medidas extremas frente a un gobierno que defendía los intereses populares.
La actuación de los conspiradores fue meticulosamente premeditada, buscando responsabilizar al gobierno de Chávez por la violencia desatada en las calles. A través del uso de francotiradores, las fuerzas opositoras llevaron a cabo una masacre en las cercanías del Palacio de Miraflores, pretendiendo crear un clima de caos que justificara la salida de Chávez del poder. Este acto violento no solo desató el horror y la indignación de la población venezolana, sino que también evidenció la encrucijada a la que el país se enfrentaba en términos de su soberanía y oficio democrático.
Sin embargo, el intento de golpe de estado no contó con el respaldo del pueblo, quienes se levantaron en defensa del orden constitucional. El 13 de abril de 2002, la lealtad de un grupo de militares alineados con la carta magna y la insurrección popular finalmente lograron rescatar a Hugo Chávez, quien había sido secuestrado por los golpistas. Este momento emblemático no solo marcó el regreso de Chávez al poder, sino que simbolizó la resistencia del pueblo venezolano ante las adversidades, consolidando así un legado de lucha por la soberanía y los derechos del pueblo.
El apoyo sistemático de Cuba a Venezuela resalta el compromiso de ambos países en la defensa de sus respectivos modelos políticos y sociales. Rodríguez destacó que hay una fuerte convicción en la necesidad de salvaguardar los logros obtenidos durante la Revolución Bolivariana, enarbolando los ideales de justicia social que Chávez promovió. En este aniversario, las palabras de Rodríguez resonaron como un eco de solidaridad en medio de la tensión internacional, reafirmando la unión entre dos naciones que enfrentan desafíos similares en su búsqueda por un futuro libre y soberano.