André Lyra de Oliveira, conocido como Lápis, fue un nombre que resonó en la comunidad de Quitungo, en el barrio de Brás de Pina, Zona Norte de Río de Janeiro, Brasil. La madrugada del 16 de septiembre del 2021 se tornó fatal para Lápis cuando dos hombres le dispararon a quemarropa, acabando con su vida a las tres de la mañana. Este asesinato fue atribuido a Edgar Alves de Andrade, alias Doca, un destacado líder del Comando Vermelho (CV), quien se encuentra actualmente prófugo. La policía ha indicado que Doca emitió las órdenes para eliminar a Lápis, lo que resalta la complejidad y violencia que caracteriza las rivalidades territoriales en el crimen organizado de Brasil.
Doca se ha consolidado como uno de los personajes más temidos en la jerarquía del Comando Vermelho, justo por debajo de los encarcelados Marcinho VP y Fernandinho Beira-Mar. Con un historial delictivo que se remonta a sus años de juventud, Doca ha sido fundamental en la gestión de los recursos y actividades del CV, especialmente después de su liberación. En 2020, la sombra de su influencia se hizo aún más evidente cuando comenzó a orquestar acciones que terminaban en muertes, como la de Lápis, en el contexto de una feroz disputa territorial en la Zona Norte de Río, donde el CV intenta expandir su control frente a las milicias y otras facciones rivales.
La reciente Operación Contención, lanzada por la policía de Río de Janeiro y la más sangrienta en la historia del país, tenía como objetivo capturar a Doca. Sin embargo, este logró evadir la acción policial al utilizar a sicarios para crear un bloqueo que facilitara su escape. La estrategia de Doca se basa en sacrificar a los ‘soldados’ del CV para sortear a las fuerzas del orden, lo que complica las detenciones de los líderes criminales. La situación ha llevado a las autoridades a ofrecer recompensas de hasta $18,000 dólares por cualquier información que conduzca a su captura, subrayando la dificultad de combatir el creciente poder del Comando Vermelho.
La violencia y los errores trágicos, como el asesinato accidental de tres niños en Barra da Tijuca, ponen de manifiesto el impacto devastador del liderazgo de Doca. Los crímenes cometidos bajo su orden son escalofriantes, y su historial delictivo de 189 páginas detalla 176 antecedentes penales, reflejando su implicación en barbaridades como el tráfico de drogas, homicidios y torturas. La muerte de los niños en diciembre de 2020, tras una disputa aparentemente trivial, revela la brutalidad desmedida que caracteriza su régimen de terror, siendo un claro indicador de que Doca actúa sin compasión.
A pesar de las significativas pérdidas cardinales durante las operaciones policiales contra el Comando Vermelho, la organización criminal ha mostrado resiliencia, expandiendo su territorio controlado en un 8.4% entre 2022 y 2023, ahora dominando el 51.9% de las áreas en manos de grupos armados en la Región Metropolitana de Río. Esta continua escalada de violencia plantea serias interrogantes sobre la capacidad de la policía para contener la influencia del CV y, en especial, de un líder tan astuto y peligroso como Doca, cuya captura parece estar lejos de ser una realidad.



















