Los seres humanos tenemos que estar conscientes de que todas nuestras acciones generan un impacto en el entorno. Por más insignificante que parezca, cualquier cosa que hagamos dejará una marca en un planeta cada vez más deteriorado por nuestra negligencia.
Por lo mismo, es deber de todos nosotros preocuparnos de que ese impacto sea el menor posible. Para conseguirlo, es urgente actuar de forma sustentable y en armonía con el medioambiente. Un paso importante para esto es la construcción de edificios más amigables con el entorno.
Lo que antes parecían casos aislados hoy destacan como parte de una tendencia “eco-friendly”. Muchas empresas de construcción han optado por el uso de materiales sustentables y han innovado en sus procesos de construcción para reducir su impacto negativo. Lo mismo ha hecho Hunter Douglas, empresa de productos arquitectónicos y que asoma a la vanguardia en el desarrollo de ideas para productos sustentables.
“Hemos querido provocar una mejora en los procesos de producción, la eliminación de residuos y simplificar el ensamblaje. Buscamos generar un impacto positivo en las distintas etapas de la industria de la construcción”, señala Yanira Bolívar, experta en productos arquitectónicos de Hunter Douglas Colombia.
Aprovechar los recursos
Una de las principales preocupaciones de las construcciones amigables es lograr un mejor aprovechamiento de los recursos naturales, como el agua y la luz solar. Para esto, la instalación de paneles solares resulta vital pues permite un alto índice de eficiencia energética.
En otros casos, muchas empresas han optado por plantar jardines en las azoteas de los edificios lo que permite, por un lado, reducir la temperatura al interior de los hogares en los meses de más calor, prescindiendo del uso de aire acondicionado y, por otro, ofrecer una solución natural y estética a los espacios desocupados de las construcciones.
Muchas veces, estos jardines terminan convertidos en pequeños huertos urbanos lo que ayuda a abastecer de alimentos a toda la comunidad, además de permitir un descenso en la emisión de gases contaminantes. En ocasiones, esta solución verde pasa a otro nivel cuando los jardines son instalados de forma vertical en los muros de los edificios, lo cual consigue el mismo efecto además de mejorar en gran medida la presentación de las viviendas.
Para construir un edificio amigable es necesario estar consciente del entorno donde se quiere instalar la obra, para así conseguir un mejor aprovechamiento del agua, el viento y la luz solar, al tiempo que permite reducir el impacto negativo en la localidad. El edificio será amigable siempre y cuando esté en la misma línea que su entorno, de una forma simétrica y en sincronía con el medioambiente.
Viviendas más autónomas
Otro punto destacado de las viviendas amigables es que, a través de la tecnología pueden constituirse como construcciones totalmente automatizadas. El usuario, gracias a la domótica, puede controlar a distancia distintos electrodomésticos y monitorear el acceso a su departamento, todo desde su teléfono celular.
De esta forma, la tecnología bien aplicada puede incentivar la construcción no sólo de viviendas más inteligentes, sino también la edificación de inmuebles que se vinculen de forma sustentable y armoniosa con el entorno, reduciendo considerablemente el impacto negativo sobre el medioambiente.